3 dic 2009

IRVING PENN

Fotógrafo americano que revolucionó la iconografía de la moda a mediados del siglo XX, falleció a los 92 años de edad el pasado octubre en su apartamento de Nueva York. Penn cambió para siempre el mundo de la moda, al unir arte, publicidad, vanguardia y sentido comercial, abriendo el camino a otros fotógrafos estrella, como Richard Avedon o Mario Testino.
A los 17 años comenzó a estudiar diseño en la Escuela Museo de Arte Industrial de Filadelfia. Fue director artístico en los grandes almacenes Sacks de la Quinta Avenida. Luego se interesó por la pintura y la fotografía, transformando la fotografía de moda con vanguardistas enfoques, sencillez, el uso agresivo del contraste en el blanco y negro, y el tratamiento de los retratados como objetos. Su arte se mostró por medio de sus colaboraciones con Vogue.
En esa época, gracias al artista ruso, Alexander Liberman, Penn se inició en el uso meticuloso del color y la forma en las composiciones, y el tratamiento de la imagen artística como un objeto industrial. Su primera portada para Vogue fue en octubre de 1943, cuando aquella revista todavía no tenía la costumbre de llevar a famosos a su primera plana. Liberman le pidió que tomara una imagen de moda, y el fotógrafo pidió una cámara prestada y arregló un bodegón con un bolso de piel y tela marrón, un pañuelo gris, una lámina con cítricos y una nota colgada en una pared en que se anunciaban los contenidos del mes: "zapatos y accesorios". Fue el lanzamiento de su carrera. Como gran característica se observa es su trabajo la sencillez del "menos es más". Cualquier objeto fotografiado puede ser arte y lo reflejó fielmente en su obra.
En su obra de madurez se alejaría de la influencia del surrealismo y la vanguardia que imperó en la fotografía de moda hasta los años cuarenta, para presentar imágenes impactantes en su sencillez, modelos sobre fondos inmaculadamente blancos.
A Penn se le ha criticado por llevar hasta el límite aquel enfoque tan centrado en mostrar a la persona descontextualizada, tras las fotos en Latinoamérica y África.
Sus obras, hoy en día, se exhiben en los principales museos del mundo, incluidos el MoMA y el Metropolitan de Nueva York, el Moderna Museet de Estocolmo, la National Gallery de Washington y el Art Institute de Chicago. Trabajó para Vogue hasta el final de sus días. En uno de sus últimos trabajos, una foto de un pomposo traje de Christian Lacroix en abril de 2008, volvía a aquel estilo que le hizo famoso: una modelo posando, con los ojos cerrados, sobre un fondo de papel blanco, arte en su sencillez.

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